Capítulo 16.
Jimin comprendió que el alfa no estaba en sus mejores condiciones pero tampoco lucía ebrio. Estaba atónito ahora sin saber que responder con exactitud.
―¿A qué se refiere?
―Hice algo mal, ¿cierto? ¿Fue por lo que dije aquel día? ―suspiró llenando de nuevo su vaso, recostándose en el sillón.
―Señor Jeon...
―Tal vez juzgué sin saber, no suelo ser así, no tengo mucho trato con las personas a menos que sean inversionistas o socios cercanos. Al menos con Yoongi es distinto ya que me ayuda con el trabajo.
―No hizo nada malo, señor Jeon ―dijo Jimin mirando a Jungkook con seguridad.
―¿Es así? Me pareció que lo que dije fue-
―Relación de jefe y empleado. No está mal pintar sus líneas y dejarlas claras, señor Jeon ―dijo con una corta sonrisa.
―Lamento haberte mal interpretado si no es a lo que te referiste ―dio otro trago a su vaso―, no nos conocemos del todo y se supone debería hacerlo ya que eres quien cuida de mis cachorros.
Jimin negó ―Está bien, no hace falta que se sienta comprometido a hacerlo.
Jungkook frunció un poco el ceño. Pero él quería ―Tu forma de ser conmigo cambió estos días, ni siquiera lograbas sostenerme la mirada, por eso pedí hablar contigo.
Jimin entendió y suspiró con una corta sonrisa ―Supongo que estuve a la defensiva. Es decir, fui rechazado por un alfa sin siquiera insinuarme.
Jungkook soltó una pequeña risa ―Lo siento.
―De nuevo rechazándome ―se cruzó de brazos sonriendo―. Basta señor Jeon ni siquiera lo he intentado.
Jungkook rió de nuevo, esta vez un poco más fuerte ―Ya, me refiero al haber mal entendido lo que habías dicho antes. Lo siento por eso.
Jimin rió ―Está bien, no se preocupe.
―¿Puedo pedir una especie de favor?
El omega le miró confundido y asintió.
―¿Podrías no volver a mirarme de esa forma como antes? ―Jungkook rió con un suspiro―. Ni siquiera puedo decir si eso es correcto pero de alguna forma me hizo tenerte en la cabeza todo el tiempo y esa extraña sensación en el pecho que- ―Jungkook frunció el ceño tocando su pecho y el solo recordar como había sido Jimin antes le era tan extraño de sentir.
―Lo siento ―Jungkook miró a Jimin al escucharlo―. Lamento si mi actitud le hizo sentir mal.
Jungkook se relajó y asintió ―Olvidémoslo, no es algo que me guste recordar ―dio un último trago a su vaso y lo dejó en la pequeña mesa frente a él.
―No sé si pueda estar en posición de pedir algo ―Jimin se aclaró la garganta―, pero me gustaría también pedirle un favor, señor Jeon.
El alfa asintió mirándole con atención ―Adelante.
Jimin cerró los ojos y suspiró ―No quiero sonar grosero o algo parecido pero, ¿podría dedicarle un día, siquiera unas horas... a sus cachorros? ―Jimin preguntó con algo de miedo, no quería ser irrespetuoso o insinuarle a Jungkook algo erróneo.
Jungkook se quedó en silencio.
―Sé que no me incumbe, tampoco quiero decir que esté cansado de cuidar a sus pequeños. Es todo lo contrario a eso ―sonrió―, sus cachorros son hermosos y aunque la pasamos bien juntos yo creo que a ellos les quedaría bien el que usted forme parte de sus momentos en su crecimiento aunque sea un pequeño tiempo.
―Jimin...
―¡No quiero decir que sea un mal padre! ―movió sus manos frente a Jungkook negando con rapidez―. Tampoco me concierne y puede parecer hasta descarado de mi parte decirlo cuando apenas y nos dirigimos la palabra pero... ―Jimin dio una larga respiración―. Lo siento si fui grosero con mi petición.
Jungkook asintió ―También lo he pensado, se supone que vengo a trabajar en casa para no tener más trabajo en días y llegar a hacerles compañía después pero a veces es agotador ―suspiró frustrado.
―Entonces también le serviría tomar un respiro. El estar junto a estos cachorros es ―el omega le sonrió―, muy curativo.
Jungkook le sonrió suave ―Te agradan demasiado mis cachorros, aunque pueden ser algo desastrosos.
―Lo son ―rió―, pero creo que cada uno de ellos tiene su encanto, Yeji es una chica muy fuerte y Chan es protector y amoroso a su manera.
El alfa soltó una corta risa ―Nunca había escuchado a nadie expresarse de esa forma de mis hijos y mucho menos de esos dos, suelen ser los más complicados.
―Puede que lo sea en un inicio pero después son increíbles. De verdad me gusta pasar tiempo junto a ellos.
Jungkook asintió ―A veces solo estoy al pendiente de los más pequeños, supongo que con Chan y Yeji es distinto.
―Aunque parezca que han crecido y que no lo necesitan, créame, ellos son los que más necesitan a su padre en estos momentos. Dudo que le dejen de querer a pesar de todo lo que han pasado.
Jungkook miró a Jimin con duda ―¿Puedo preguntar algo fuera de lugar?
―Seguro.
―La relación con tus padres, ¿cómo es? Quiero decir, hablas como alguien que de verdad conoce como puede sentirse un hijo, por lo que sé no eres padre o madre de alguien e intento descifrar como es que sabes tanto de esos sentimientos...
El omega sonrió ―No es algo fuera de lugar, señor Jeon. Lamentablemente la relación con mis padres no es la mejor, mi padre nos abandonó hace tiempo y mi madre falleció en un incendio, lo poco que sé de ese sentimiento es gracias a mi madre la cual siempre me dio todo lo que pudo.
―Lamento oír eso, no quería hacerte hablar de ello si te parece agobiante.
―Para nada, recuerdo a mi madre como una increíble persona y me quedo con eso, pero con respecto a sus hijos, solo digo que a mi punto de vista, me hubiese gustado que mi padre me acompañase aunque sea de camino a la escuela o me preguntara casualmente como estuvo mi día ―se encogió de hombros―. Ellos que pueden tener esa oportunidad no me gustaría que se sintieran como yo al tener un padre que vuelve a casa todo el tiempo ―apretó sus labios en una fina línea, algo nervioso por decir aquello.
Jungkook se sorprendió un poco ―Tienes razón... ―Jungkook talló su rostro―. Soy un terrible padre.
―Oh- no es lo que-
―Déjalo así, es la realidad y no quiero seguirlo siendo. Estás en lo cierto, Jimin.
El omega suspiró pesado ―No quería ofender.
―No es ninguna ofensa. Veré si puedo hacerme un espacio un día a la semana del trabajo, tendré que sacrificar algunos tiempos laborales pero creo que eso es lo de menos ahora.
Jimin sonrió ―Eso suena bien.
Jungkook le devolvió la sonrisa, recargándose en el mueble poniendo su mano para sostener su cabeza.
―Es la primera vez que hablo decentemente con alguien que no sea sobre negocios y muebles.
El menor rió.
A Jungkook le empezaba a agradar la risa de Jimin.
―Supongo que eso es bueno, es un paso importante también.
El alfa asintió sonriendo aún ―Gracias por tu tiempo Jimin, realmente fue agradable.
Este se sonrojó un poco y desvió la mirada levantándose ―No fue nada ―rió nervioso―, si me disculpa iré a darle las buenas noches a los cachorros.
Jungkook asintió lentamente conservando esa suave sonrisa ―Nos vemos mañana, descansa.
―Descanse ―sonriendo se retiró de la oficina.
Jimin cerró las puertas detrás de él y tocó su pecho, sentía que el corazón se le saldría en cualquier momento. Golpeó un poco sus mejillas para despabilarse y subió a la habitación de los cachorros.
Jungkook tapó su rostro una vez Jimin se fue, sus mejillas se sentían calientes, así que decidió culpar al alcohol por ello al igual que a su corazón algo acelerado y la emoción indescifrable que ahora sentía después de hablar con el omega. Golpeó su rostro repetidas veces diciendo "despierta despierta".
✧✦✧
Jimin dio un beso de buenas noches a los cachorros, dejando por último a Chan. Se asomó por la puerta del alfa quien le miraba entre las sábanas de su cama ya arropado.
―Hey...
Jimin le sonrió ―¿Puedo pasar?
Chan asintió.
El omega se adentró y tomó la silla del escritorio de Chan y la colocó a un lado de la cama ―Creí que dormías, la única que estaba despierta esperando las buenas noches era NingNing.
―Ya no solo será ella. ¿Todo bien con papá?
Jimin asintió ―Sí, tranquilo ―acomodó unos mechones del cabello del alfa el cual empezó a parpadear somnoliento.
―¿De qué hablaron?
―Nada en especial, solo que tal vez considere pasar más tiempo con ustedes.
Chan frunció su ceño ―¿Tiempo? Tiene todo menos tiempo.
―Dale la oportunidad, ¿de acuerdo? Lo va a intentar, quiere hacer las cosas bien y nunca es tarde para querer hacer lo correcto.
Chan suspiró cerrando los ojos completamente aún sintiendo las caricias en su cabello ―Trataré de hacerlo.
Jimin sonrió y dejó un beso suave en la frente del menor.
―Gracias pequeño alfa. Descansa, dulces sueños.
El omega con cuidado dejó la silla en su lugar y cerró lento la puerta del cuarto. Una vez cerrada, suspiró con una sonrisa; Chan parecía ser un alfa que imponía pero sabía que también era un cachorro que necesitaba atención como cualquiera de sus hermanos menores.
Jungkook miró a Jimin salir de la habitación de Chan.
―¿Sucede algo con Chris?
―Oh ―Jimin le miró y negó acercándose a las escaleras donde se encontraba Jungkook―, no es nada, solo le daba las buenas noches.
―¿Las buenas noches? ―sonrió―. Chan nunca quiere las buenas noches.
―No es necesario que me las pida si sé que no le molestan ―se encogió de hombros―. También es un cachorro entre todos sus hermanos, un cachorro mayor ―sonrió levemente.
Jungkook estaba un poco sorprendido, desde hace años dejó de ver a Chan como el cachorro de la familia, sino más bien como un alfa para proteger de ella cuando no estaba.
―Que descanse señor Jeon ―se inclinó y caminó a su cuarto.
―Buenas noches... ―murmuró aún pensando.
Jungkook miró la puerta del cuarto de Chan, no se había percatado que a paso lento se acercó al cuarto y ya estaba tocando la perilla dispuesto a girarla y entrar, pero se detuvo.
―Tal vez mañana ―murmuró, cerrando los ojos y suspiró tallando su cuello.
Jungkook caminó a su cuarto y se tiró en la cama aflojando su corbata, tapó sus ojos con el antebrazo y mil cosas vinieron a su mente, desde la pérdida de su esposa hasta sus hijos... e incluso Jimin. La forma en que se sentía tranquilo a su alrededor, el ambiente en su hogar cuando llegaba del trabajo, la mirada del omega al hablar o tratar con cada uno de sus cachorros.
Como Jimin hablaba y hablaba cuando estaba nervioso, su sonrisa al preparar el lunch para su familia, la forma en que sus ojos se achicaban cada que sonreía, la vez que presenció como el rubor llegaba a las mejillas de Jimin por darse cuenta que le miraba demasiado, los ademanes que hacía al hablar, sus lunares, sus pestañas y su aroma...
―Tal vez bebí demasiado ―dijo tocando su rostro y ocultándolo en la almohada para luego caer dormido sin darse cuenta.
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